Last Updated on: 12th mayo 2021, 12:26 pm
El papel moneda o billete erra hasta no hace tanto, el único medio legal para realizar una variedad de transacciones. No obstante, con tantas tecnologías y medidas actuales de pago te preguntarás si este es el fin de las monedas.
Diferentes modalidades de pago electrónico
Aunque el billete es el único estipulado legalmente para realizar transacciones monetarias, en la actualidad existen varios métodos de pago electrónicos. Estos, al igual que como hizo la moneda, evolucionan cada día para ofrecerte bienestar a la hora de hacer cualquier transacción a nivel financiero.
El sistema a través de los llamados instrumentos electrónicos facilitan el intercambio entre un comprador y un vendedor.
Entre estas están las tarjetas de crédito y débito, las cuales son emitidas por bancos financieros con la finalidad de ejecutar los pagos a través del sistema de pago electrónico. La vinculación que poseen con las cuentas bancarias, realizan el pago de forma eficaz por cualquier bien o servicio.
La ventaja de usar la tarjeta bancaria como material para el método de pago electrónico es que sirve como si cargaras encima un monedero listo para ser utilizado en cualquier momento y lugar. Tiene un coste mínimo de comisión e incluso en algunos casos es de 0.
Igualmente, existen las trasferencias bancarias, las cuales son plataformas creadas por los bancos o entes financieros para transferir de forma digital los fondos de tu cuenta a otra.
El dinero electrónico es dinero representado electrónicamente a través de plataformas de Internet o sistemas en líneas privadas. Es el método utilizado por las diferentes empresas como PayPal, que interactúan y contribuyen con diferentes tipos de bancos.Este tipo de empresa vende directamente al usuario final.
No obstante, también existen otras organizaciones que sirven como casas de cambio de monedas digital como E-gold. Actualmente, E-gold es uno de los métodos de pago digital más utilizado en Europa, asegurado por el London Bullion Market Association (LBMA). Todos los fondos que se trasladan a ella se convierten automáticamente en oro.
Puedes realizar todo tipo de transacciones: Desde comprar en tiendas on-line hasta retirar el oro físico acumulado e incluso cambiarlo por dinero físico, solicitando una transferencia bancaria.
Es una plataforma digital completamente segura respaldada por un software de encriptación, el más seguro en la actualidad. Además, una de sus ventajas, es que te da el lujo de ahorrar porque no cobra comisiones por transacciones, ni quita un porcentaje por el mantenimiento de la cuenta.
Igualmente, dentro del sector del dinero electrónico, podemos mencionar los intercambios de divisas y el mundialmente conocido pago por móvil. Este es otro método de pago electrónico, establecido por la organización poseedora del sistema de pago.
Normalmente, son los mismos bancos nacionales los que crean estas aplicaciones para que sean utilizadas por sus usuarios, las cuales están vinculadas con las cuentas bancarias y los números de teléfono. Esto resuelve la necesidad de los micropagos, ya que tienen un límite de cantidad por transacción.
Criptomonedas: innovación y riesgos
Una criptomoneda es la representación del dinero físico en el medio electrónico o digital. Es un método que utiliza medios criptográficos para manipular la creación de nuevos elementos y controlar las transacciones.
El Bitcoin es una de ellas. Es la criptomoneda más utilizada en el mundo, porque son registradas y manejadas a través de una base de sistema digital llamado Blockchain. Aquí se recopila todos los datos de las transacciones. Cada bloque, por instinto, viene enlazado a otro bloque por lo que son casi imposibles de modificar, lo cual lo hace muy resistente y seguro.
Cada vez que una o varias criptomonedas son creadas, son pasadas a los mineros o personas encargadas de repartirlas a los diferentes entes o empresas. Estas son capaces de cambiar el valor de una moneda, como, por ejemplo, el euro por una criptomoneda.
Cada criptomoneda o Bitcoin es único, cada uno tiene su propio algoritmo que la diferencia de los demás, esto con la finalidad de saber que no ha sido utilizada dos veces en una misma transacción.
Una de las ventajas de este nuevo uso del dinero es que es descentralizado. No hay un ente o empresa que lo controle, únicamente el software distribuido en ordenadores alrededor del mundo. En otras palabras, eres tu propio banco, ya que tú puedes encargarte de administrar tu cuenta de criptomonedas, sin el miedo de que bloqueen tu cuenta o te impidan alguna transacción. Además, también es rápido de usar y en cualquier lugar las 24 horas del día.
El riesgo de esta tecnología es que, en el caso del Bitcoin, si te olvidas de la contraseña ya no podrás acceder a la plataforma y seguramente podrías perder el dinero acumulado.
Otra de sus desventajas y, creemos la más importante, es que el valor del mismo puede llegar a variar mucho. El aumento y disminución de su precio puede llegar a favorecer a ciertos usuarios, pero si, por ejemplo, quieres adquirir pequeñas cantidades de Bitcoins es posible que puedas llegar a perder si sufre una fluctuación.
¿El efectivo se resistirá a desaparecer?
Es cierto que la tecnología y los medios de pago digital evolucionan todos los días, pero no se pronostica que el dinero en efectivo desaparezca en el futuro inmediato. En España, el efectivo todavía tiene poder, porque los ciudadanos se sienten más seguros o están más familiarizados con este tipo de dinero físico.
En un estudio de la World Cash Report en el año 2018, los españoles manifestaban preferir pagar en efectivo que usar la tarjeta de crédito. Incluso los medios electrónicos como las transferencias o pago móvil los suelen usar un grupo limitado de personas en las ciudades centrales.
Aunque, el efectivo aún le queda mucha vida en Europa, recientemente el Banco Central Europeo estudia sacar de circulación el billete más grande del Euro, que son los 500 €. Que comúnmente eran utilizados para el pago de patrimonios, pero con la bajada del mercado de propiedades, ya no es usado, por lo que puede que sea el fin del gran billete de 500.