Ser avalista de una hipoteca: Riesgos

Last Updated on: 4th marzo 2021, 01:29 pm

¿Cuántas veces te has encontrado en la situación que alguien muy allegado a ti te pide que le sirvas de aval para solicitar una hipoteca? Además, es posible que pon no generar un disgusto digas directamente que sí.

No obstante, es recomendable que antes de hacerlo conozcas un poco más sobre los riesgos que implica ser avalista de una HIPOTECA para así evitar complicaciones futuras.

¿Por qué recurrir a un avalista?

Antes que nada, es importante que aclaremos que un avalista es una persona que hace las funciones de fiador y que estará dispuesto a asumir la responsabilidad financiera de otra si esta no puede cumplir con estas obligaciones.

Cuando una persona autónoma en algún momento de su vida requiera solicitar algún préstamo hipotecario, por lo general necesitará de alguien que le sirva de aval. Sin embargo, esa persona no tiene algún bien que represente la suficiente garantía como para cubrir la deuda que va adquirir con cualquier entidad financiera. Es allí cuando entra en acción un garante.

Si el adquirente en un momento determinado no cumple con el pago parcial o total de la deuda, el fiador se hace totalmente responsable de cumplir con este pago.

¿Qué has de saber antes de avalar una hipoteca?

Antes de decidirte a ser un avalista de una hipoteca, es importante que tengas presente algunos detalles que sin duda alguna te ayudarán a disminuir consecuencias que por lo general se ocasionan por desconocimiento.

  • Casi siempre, quien te solicita que seas su aval es una persona que necesita adquirir una vivienda. Además, seguro que se trata de alguien quien aprecias, ya sea un familiar o un amigo.

Debes analizar muy bien si quien te pide que le sirvas de garante está en la capacidad real de cumplir con su compromiso y si en realidad no tiene otra opción antes de asumir tú esa responsabilidad. Recuerda que no eres egoísta por negarte, solo eres responsable.

  • También, debes plantearte si tu situación financiera es estable. Podrías perder el empleo en poco tiempo y no tener otra fuente de ingresos, ya tienes otros muchos gastos… Si realmente vives al día, no es del todo aconsejable que cumplas como avalista.
  • Si decides ser ese apoyo para la otra persona, es de suma importancia que leas bien las condiciones que vas a firmar con el banco. Fíjate en cada una de sus cláusulas, en especial en alguna en la que se especifique que no se decidirá nada antes de hablarlo con el avalista, en este caso contigo.
  • Evita que alguna de las cláusulas sea que debes abrir una cuenta en el banco que otorga la hipoteca de bajo interés. Así previenes que te descuenten dinero de dicha cuenta en el eventual caso que no se cumpla con el pago.
  • Y, por último, si hay más de un garante, evita las cláusulas en las que el banco decide con total libertad a cuál de ellos le hará pagar la deuda.

¿Quién puede avalar una hipoteca?

Lo primero que necesita una persona para ser un avalista es tener ingresos suficientes mensuales y estables. Con esto, el banco estudia si el avalista está en capacidad de realizar pagos ante un préstamo considerable que solicita el adquiriente.

Otro punto es que el fiador no debe tener deudas con otras entidades financieras, y de tenerlas, deben ser pequeñas y pocas.

Además de esto, debe ser dueño de bienes. Es decir, tener a su nombre inmuebles que estén libres de hipotecas y que, a su vez, sirvan de respaldo cuando el adquiriente de la deuda o el avalista no puedan pagarla. En este sentido, el banco hará uso de los bienes que tiene el garante para saldar la deuda pendiente.

El último requisito es que el garante debe ser mayor de edad. De esta manera, se garantiza que se trata de una persona consciente al adquirir la deuda y la responsabilidad.

¿Es posible dejar de ser avalista?

Si te has hecho la pregunta de si una vez que eres un avalista podrás dejar de serlo, la respuesta que lo serás todo el tiempo que dure el préstamo hipotecario que se ha adquirido y ha sido notariado.

No obstante, hay dos situaciones muy específicas en las que se puede dejar de ser un garante. La primera, es cuando el crédito hipotecario queda cancelado, ya sea porque se ha pagado en su totalidad o porque el banco constituya un nuevo préstamo sin incluir la figura de avalista.

La otra forma de dejar de serlo es que haya una sentencia judicial en la que se considere que la cláusula del aval es abusiva y se elimine esta figura del contrato hipotecario.

Un avalista tiene una gran responsabilidad y básicamente está en que debe cumplir con las obligaciones que el adquiriente no cumpla con el banco. Pero para que esto suceda, primero se debe demostrar que el adquiriente no tiene cómo pagar el compromiso.

Algunos derechos que tienen los avalistas

Muy a pesar de mostrarse con solo desventajas, un avalista tiene que tener claro los derechos que le concede la ley como fiador. Si el adquiriente no puede pagar su deuda, el garante tiene el derecho de ser notificado con anticipación lo que sucede.

Otro derecho es liberarse de la responsabilidad apenas se pague la totalidad de la deuda, esto no es algo eterno. También tiene el derecho de leer bien cada una de las cláusulas y solicitar que le sean explicadas claramente.

Una forma de salvaguardar tus bienes como avalista en caso de que exista algún impago es firmar una cláusula en la que se limitan las garantías. En este caso se habla de un hipotecante no garante. Esto lo que quiere decir es que, si hay incumplimiento del pago de la deuda, el fiador no tendrá que entregar sus bienes como pago. Sino que llegará a un acuerdo con el banco para pagar la deuda incumplida.

¿Qué ventajas le aporta al adquiriente tener un avalista?

Una persona que busca un avalista lo hace con la intención principal de que el banco le apruebe el préstamo que solicita. Con esto, también logra ampliar el límite del crédito solicitado. En muchas ocasiones, esta figura contribuye con la disminución de intereses bancarios.

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Autor: Quofin

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