Dépositos

Elige tu depósito bancario

Uno de los productos financieros más favorecedores que existen hoy en día son los depósitos bancarios. Ofrecen una  rentabilidad moderada y su seguridad es lo que prima frente a cualquier otro producto bancario.  Encuentra en nuestro comparador todos los depósitos disponibles que hay en la actualidad.

Busca el que mejor se adecúe a tus necesidades según la rentabilidad que tenga, si tiene o no comisiones, el plazo del mismo  y los límites mínimo y máximo de cada uno de ellos.

Solicita aquí el Depósito bancario

En la tabla de abajo hemos publicado los mejores depósitos bancarios que se pueden encontrar hoy en día, accede con el botón solicitar y te redireccionaremos a la entidad:

¡Además encontrarás alguno en el que se puede realizar la contratación totalmente online! Más adelante hablaremos de cómo identificar un depósito de los productos de riesgo, como es el caso de las “preferentes”.

depositos bancarios

Tener un depósito significa que depositas (valga la redundancia) tu dinero de forma fija en una cuenta donde en un primer momento no se puede sacar dicho dinero en un plazo estipulado por el banco.

De lo contrario, se aplica una sanción la cual nunca será mayor que los intereses devengados en el plazo que haya pasado desde que se formalizó el depósito.

Esta es la principal diferencia que hay con las cuentas remuneradas, las cuales sí se puede disponer del dinero en el momento que se desee.

Cabe señalar que los depósitos bancarios siempre estarán asegurados por el Fondo de Garantía de Depósitos, el cual asegura hasta 100.000€ por depósito de cada contribuyente en caso de que sucediera algo con dicho capital por error o mala gestión de la entidad bancaria.

Ahora bien, vamos a hablar de los depósitos más demandados que existen en la actualidad.

Depósitos a plazo

Son los más habituales. Se establece por contrato un tiempo determinado para dejar tu dinero en un depósito sin poder disponer de él. Suelen ser meses, medio año, un año e incluso más.

Rentabiliza a un interés fijo y es en el mismo contrato donde deberá detallarse en qué plazos se devengará nuestros intereses obtenidos. Esto puede ser de forma mensual, trimestral, semestral, anual o en cuanto finalice dicho contrato.

Jamás perderás el capital invertido aunque por alguna cuestión, debas disponer de tu dinero asumiendo una pequeña penalización por ello. En cuyo caso, el dinero que permanezca en tu depósito seguirá rentabilizando al mismo interés. Dentro de este tipo de depósitos, también existen los que en vez de remunerar los intereses por tu dinero, te ofrecen un producto físico; un regalo.

El banco muchas veces te ofrecerá productos atractivos como un televisor, una vajilla, un juego de maletas… a cambio de que deposites tu dinero en un depósito a plazo sin que puedas cancelarlo ni disponer de tu dinero cuando quieras. Suelen ser más restrictivos y no son convenientes si lo que queremos es sacar, de verdad, una rentabilidad por nuestros ahorros.

Depósitos a interés variable

Estos depósitos funcionan igual que los de plazo fijo pero con la diferencia de que nunca sabrás el interés real que te estará rentabilizando el banco por tu dinero. La referencia suele ser el Euribor más el diferencial que tu entidad te ofrezca.

Por lo demás tienen el mismo funcionamiento en cuanto a plazos, cuándo se devengan los intereses y si hay penalización en retirar algo del capital ahorrado.

Depósitos estructurados

contratar deposito bancarioAunque hoy en día, los depósitos ya no son ni mucho menos la mitad de rentables que lo fueron hace un tiempo, siguen habiendo (sobre todo familias) que demandan dicho producto financiero para cobijar sus ahorros y obtener una rentabilidad por ellos. Ahora bien, para obtener una mayor rentabilidad, existen los depósitos estructurados, los cuales mezclan dos tipos de rentabilidad; un depósito a plazo fijo combinado con un índice el cual puede venir dado de una cesta de acciones u otros activos financieros.

Sí que ofrecen una rentabilidad mayor pero su riesgo también es más elevado que el de un depósito normal, ya que como hemos dicho en el párrafo anterior, dependerá del funcionamiento de la bolsa.

Hay que añadir que, aunque está avalado por el Fondo de Garantía de Depósitos, sólo lo estará la parte que esté relacionada con el depósito común. Todo lo que tenga que ver con el índice de la cesta de acciones no estará salvaguardado por dicha entidad.

¿Por qué elegir un depósito y no otro producto?

En un depósito prima la seguridad, ya que tiene dos barreras de protección en el caso de que sucediera cualquier cosa que nos pudiera afectar a nosotros y nuestros ahorros; la propia solvencia de la entidad financiera y en segundo lugar, el Fondo de Garantía de Depósitos, el cual garantiza, como hemos dicho antes, hasta 100.000 euros por contribuyente.

Antes de firmar cualquier documento hay que leer la letra pequeña para saber en un primer momento, cuáles son las consecuencias de si decidimos cancelar de forma anticipada nuestro depósito (en muchos casos no es posible), si queremos sacar dinero de dicho depósito, qué penalización deberemos aportar (nunca deberá ser superior a los intereses devengados hasta entonces)…

Como consejo final, para decidir por cuál depósito elegir, muchos expertos afirman que se debe optar por aquel depósito que tenga una rentabilidad mayor que la inflación, la cual suele estar sobre el 2 – 2,5% anual.

Con esto, finalizamos nuestra breve explicación sobre los depósitos bancarios remarcando la necesidad de leer cualquier contrato que se vaya a firmar desde el inicio hasta el final, para asegurarnos que de verdad estamos contratando el producto adecuado para nuestros ahorros.

 

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